UNA INVITACIÓN

Recibo un mensaje vía internet de la Sala Parpalló. Siempre atiendo estos mensajes con buenas expectativas ya que valoro de forma muy positiva el trabajo que se está haciendo en esta sala por parte de los técnicos y curadores que la dirigen y gestionan. Me parece uno de los espacios públicos con mejor criterio de la ciudad, ya que apuntan en una línea que personalmente me interesa mucho. Destacaría las propuestas en las que interviene Ángela Molina como responsable en la vertiente de nuevos medios.
Pero me detengo, releo el mensaje y no puedo dejar de relacionar el contenido del mismo con los nombres que enuncian dicha invitación. Tampoco puedo disociar dicha invitación y sus emisores, del contexto en el que se desarrolla. La invitación dice así: "El Presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus Terol, y en su nombre el Diputado de Cultura, Salvador Enguix Morant, se complacen en invitarle a la inauguración de las exposiciones..."
No puedo asistir a la Sala Parpalló, como tampoco puedo asistir al MUVIM mientras estos sujetos estén dirigiendo (es decir censurando y manipulando) desde la diputación de Valencia estos espacios "públicos". Seguramente el propio Rus podría rebatirme ahora con las mismas declaraciones que hizo con respecto a la censura del MUVIM: "Las exposiciones son una cosa y la política otra..." pero cualquiera podría contestarle con su misma incontinencia verbal y falta de educación: "...y una mierda!". Hace pocos días este señor fue absuelto por llamar a los profesores "...Gilipollas" y animar a "Rematarlos...". La justicia en Valencia está sentando un precedente, porque ahora cualquiera puede llamar "GILIPOLLAS" a cualquiera y animar a "REMATAR" a cualquiera con la tranquilidad de que no les van a declarar culpables. También puede ser que a los dirigentes autonómicos les apliquen una ley y al resto de ciudadanos otra, cosa que no es muy descabellada observando el panorama valenciano, es decir nuestro contexto. Espero que los técnicos de la Sala Parpalló no sufran la misma situación que el ex-director del MUVIM, tampoco se si se han significado con respecto de esta situación sufrida en este espacio público. Mientras estén callados, no alboroten, ni contradigan al poder, -es decir a la mano que les da de comer- no les pasará nada y seguirán conservando sus puestos y sueldos, al igual que el resto de técnicos y gestores públicos que están por debajo de los políticos. Lo malo de esto es que estos técnicos y gestores la mayoría de las veces son los que censuran y se autocensuran, por una nómina, un puesto y unas aspiraciones profesionales. Cosa que algunos verán como comprensible, yo lo veo como un acto muy reprochable e hipócrita.
Como decía Joseph Beuys: "...la revolución empieza en uno mismo..." así que señores Rus y Enguix, para ser honesto conmigo mismo, debo decirles que se ahorren mensajitos y métanse la invitación por donde les quepa.

armer konrad