de Pedro Montalbán Kroébel
Centro Cultural Carolina
por Nel Diago
Conviene saberlo el espectáculo se compone de dos textos o tres, según se mire, porque el primero contiene dos versiones. Dos obras distintas con una ilación clara: las relaciones personales afectivas. La primera de ellas, (Dúo)2, es un ejercicio de estilo, un juego en el que se prueban unas mismas situaciones contadas e interpretadas de diferente manera por diversos personajes. El segundo, Paso a dos, es un relato más extenso y, también, más interesante. Aquí la fábula nos propone una serie de movimientos con una estructura inequívocamente musical, entre dos personajes cuya relación no sabremos hasta el momento final. Una calculada ambigüedad que juega deliberadamente con las certezas del espectador (…)
Todo ello ha sido relatado por Emiliano Bronzino con una puesta en escena parca en recursos escénicos que rompen con el naturalismo y le dan al montaje alguna virtuosidad (…)Aunque o más atractivo que la propuesta es, sin duda el trabajo actoral, en el que brillan con luz propia Jerónimo Cornelles y Rafa Alarcón, secundados por Jessica Belda, que tiene menos oportunidad para el lucimiento (de cartelera turia enero de 2010)
dejo la "crítica" de Diago (por cierto fue profesor mío en la facultad) para el Laboratorio de espectadores, por mi parte, el texto de Dúo me resultó muy interesante y de un planteamiento muy arriesgado, me perdí ciertamente en Paso a dos, resalto el trabajo de Jerónimo, y mis dudas sobre los otros dos actores (destaco sin embargo el tremendo papel de "muñeca hinchable" de la actriz) Bueno y decirte Pedro que me gustaría leer el texto completo y te dejo algunas preguntas para el foro virtual:
- El texto dramático y su puesta en escena ¿Estás "contento" con el resultado?
- Relaciones afectivas, incomunicación, hipocresía, alejamiento, frustación, amores no correspondidos, relaciones "enfermas", celos... ¿Son el motor de la obra? ¿Cuál fue tu planteamiento?
- La coreografía en la obra y las proyecciones, ¿qué papel juegan?
Todo ello ha sido relatado por Emiliano Bronzino con una puesta en escena parca en recursos escénicos que rompen con el naturalismo y le dan al montaje alguna virtuosidad (…)Aunque o más atractivo que la propuesta es, sin duda el trabajo actoral, en el que brillan con luz propia Jerónimo Cornelles y Rafa Alarcón, secundados por Jessica Belda, que tiene menos oportunidad para el lucimiento (de cartelera turia enero de 2010)
dejo la "crítica" de Diago (por cierto fue profesor mío en la facultad) para el Laboratorio de espectadores, por mi parte, el texto de Dúo me resultó muy interesante y de un planteamiento muy arriesgado, me perdí ciertamente en Paso a dos, resalto el trabajo de Jerónimo, y mis dudas sobre los otros dos actores (destaco sin embargo el tremendo papel de "muñeca hinchable" de la actriz) Bueno y decirte Pedro que me gustaría leer el texto completo y te dejo algunas preguntas para el foro virtual:
- El texto dramático y su puesta en escena ¿Estás "contento" con el resultado?
- Relaciones afectivas, incomunicación, hipocresía, alejamiento, frustación, amores no correspondidos, relaciones "enfermas", celos... ¿Son el motor de la obra? ¿Cuál fue tu planteamiento?
- La coreografía en la obra y las proyecciones, ¿qué papel juegan?
- Cuando "entregas" una obra al director ya no te pertenece?...
- Sobre todo, ¿Qué buscas en el lector con tus textos? ¿Coincide con lo que busca el director con el espectador? ¿Es la misma persona lector/espectador? ¿Hay que "simplificarle la obra" al espectador frente al lector?
- Diago dice en su ensayo sobre teatro contemporáneo citando a Albert Boadella que el "autor" es uno más entre figurinistas, iluminadores... quizá el menos importante...¿Qué opinas?
Carmen Moreno
4 comentarios:
Yo vi el ensayo general y unos quince días después volví a ver una función. Noté cambios para mejor. Y los cambios se debieron fundamentalmente a la mejora de los actores. El texto es el mismo, y en mi opinión de gran calidad, pero cuando se representa, lo que lo hace más o menos visible es el actor. Jerónimo está impresionante. Jessica se desdobla con mucha facilidad para asumir papeles muy diferentes, incluso cuando apenas tiene presencia su personaje, y Rafa, con el paso de los días, fue capaz de darle a los suyos (sobre todo al segundo) algo más de emoción.
Sobre el montaje, la escenografía, la iluminación, etc., creo que acompañan en este caso. Solo eso. Acompañan bien, tal vez. Pero el poder de estas piezas está en los textos. En estos, como en otros de Pedro, siempre que los he leído he sentido la necesidad de imaginar cómo lo montarían otros porque en mi cabeza las escenas aparecen prácticamente desnudas. Lo mismo que los personajes.
... hay situaciones y espacios donde "acompañar" ya es un logro de agradecer.
el chispas
Sí, estoy contento y satisfecho con la puesta en escena que Emiliano, el director, ha hecho del texto. Y también con el trabajo de todo el equipo. Lo digo intentando separar el resultado final del proceso de trabajo. Quiero decir con esto que el hecho de estar implicado en el montaje, como lo he estado en este caso, te permite conocer las decisiones que se han tomado, su por qué, cuales han sido los problemas, las limitaciones, etc. y muchas veces, “participar” en el proceso nos hace justificar el resultado. Es mucho más fácil juzgar cuando te “montan” un texto y lo ves el día del estreno (o en un dvd), directamente como un espectador más. En resumen, que cuando digo que estoy contento, lo hago intentando aislarme del proceso de montaje y atendiendo sólo al resultado. (.. y el proceso ha sido excelente en lo que se refiere a las relaciones personales... )
Dúo es un ejercicio que me propuse hacer directamente influenciado por “Mulholland Drive” de David Lynch. Todos los temas que planteas están ahí y tienen mucho que ver con la interpretación alucinada que hice de esta película. En una relación de pareja, no sólo cuenta lo que se dice, sino también lo que se calla, lo que se imagina uno que piensa el otro, lo que se teme...
Quise construir una (micro) historia, en la misma línea, que fuera lo más abierta posible en su interpretación e intentando un tipo de escritura alejado del que hacía en ese momento. Hay mucho espacio para que el receptor lo rellene. Sobre el papel yo tenía claras tres interpretaciones posibles, además de que los personajes ni siquiera estaban definidos sexualmente en el texto. Luego en los montajes que se han hecho, todavía me han sorprendido con lecturas distintas. Hace unos meses volví a ver “Mulholland Drive” y confieso que vi una película nueva, incluso me tuve que esforzar para reconstruir mi alucinación original.
Paso a Dos, de alguna manera, es una secuela. Después de Dúo, seguí escribiendo escenas en torno a “relaciones afectivas, incomunicación, etc...”, y trabajando un tipo de diálogo diferente del que estaba acostumbrado a hacer. En 2005 participé en un laboratorio de escritura teatral en el que propusieron escribir un texto en torno al “matrimonio” y decidí rescatar esos materiales, dándoles una nueva forma, definiendo unos personajes, etc. De alguna manera metí en este “matrimonio”, entiéndase como “vida en pareja” en el sentido más amplio posible, muchas de las cosas que he ido observando por ahí... En cuanto a la forma, me propuse hacer un texto con muchas lagunas, elipsis y espacios que fueran completados por el receptor. Forma parte de mis “reflexiones prácticas” en torno a la fragmentación, la sustracción y cuales son los límites de lo abstracto en la escritura.
La coreografía.... La vida en pareja es algo parecido un “paso a dos” y me gustó como título y como posible juego escénico. Ya desde el momento de la escritura tenía claro que hacía falta movimiento-coreografía. El “paso a dos” es la única acotación escénica que introduje entre las escenas (además de un par de tiros... para despertar al público). Mi idea era dejar espacios en blanco para que la persona responsable de la dirección/coreografía pudiera “ilustrar” su lectura del texto. Los “pasos a dos” sirven en ocasiones para rellenar una elipsis del texto, en otras ocasiones son una recreación sobre las últimas palabras que se han dicho los personajes y en otras para introducir la siguiente escena.
El tema de las proyecciones no estaba en mi idea inicial. En mayo del año pasado hicimos una lectura dramatizada del texto (Jerónimo Cornelles y Vicente Arlandis) en la que comprobamos, por los comentarios de amigos, que resulta muy fácil perderse en algunas transiciones temporales. A la hora de plantear el montaje, Emiliano decide utilizar ese recurso para facilitar la comprensión.
Cuando "entregas" una obra al director ya no te pertenece?... La obra te pertenece siempre, lo que no te pertenece es la escritura escénica. Traducimos de un idioma a otro. Es así. Y quien no esté dispuesto a aceptarlo, es mejor que guarde sus textos en un cajón o que haga la dirección de sus propios textos. Yo lo acepto y además no quiero dirigir (hasta hoy... pasado mañana... no lo sé) Me centro en la escritura textual y que sea otra persona la que haga la escritura escénica. Otra cosa es que, siempre que puedo, me implico en el proceso y trabajo codo con codo y al servicio de la dirección. Me gusta ver cómo sufren y sobre todo cómo resuelven los problemas que he ido dejando. También espero y exijo que el director no pretenda cambiar/traicionar mi texto... si lo que quiere es contar otra cosa (y esa es una definición que me pertenece a mí), entonces que se la escriba él y no monte mi obra. Admito que hay matices, interpretaciones, visiones sobre una obra y soy muy flexible. Es un juego difícil de equilibrar, pero del que siempre he salido satisfecho (incluso cuando no me ha gustado nada la puesta en escena).
¿Qué busco en el lector...? No tengo una respuesta general que responda a todo lo que he escrito. No tengo ideario, programa, manifiesto artístico o declaración de principios, ni siquiera certidumbres. Tengo dudas, preguntas, ganas de probar cosas y de compartirlas. En cada texto me he planteado algo diferente.
Sobre Nel y “lo contemporáneo” uff!!, cuando oigo hablar de teatro contemporáneo me dan sudores fríos, convulsiones y le quito el seguro a mi kalashnikov... Bromas aparte... un tema de J.S. Bach ( o de Lennon), es distinto si lo interpreta una sinfónica, si lo hace un trío de jazz o si lo hacen 20 gaiteros. Incluso sonará diferente dependiendo de quien sea el director, el arreglista y los músicos, pero sigue siendo un tema de Bach. El concepto de autor sigue siendo válido incluso para el jazz (estilo libre donde los haya y donde la improvisación de los músicos es esencial). No creo que sea diferente en "lo escénico". El autor el menos importante... son ganas de teorizar. Ser uno más, ser el más o menos importante, no me parece que dependa de las categorías o profesiones, depende de lo que uno haga... Hay propuestas que me interesan por el autor, sea quien sea el director que lo intente destrozar, hay directores a los que seguiré aunque monten la guía telefónica (que también hay "autores" que la cultivan), hay un artista de la luz del que veré aunque sea una zarzuela, etc, etc.
Me interesa saber el nombre, apellidos y lo que ha hecho en la vida, lo que me propone, no importa cual sea el oficio
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