Anoche culminó la última muestra de Borrón #8 en la sala Carme Teatre. Ayer, la noche más fría en Valencia (-10 grados), se dio cita una vez más un público participativo, inteligente, sensible y crítico. Esto se da en mayor parte por la naturaleza de la propuesta de la compañía LOSQUEQUEDAN, capaces de ofrecer un trabajo con sencillez e inteligencia sin obviar el compromiso y la crítica, lo que cobra más valor en estos momentos de situación difícil para las artes escénicas, sobre todo en nuestra ciudad.
El frío y las condiciones generales en que se trabajan las propuestas escénicas contemporáneas en Valencia no impidieron consumar un buen resultado por parte de los artistas y del público que entre todos hacen posible que sigamos haciendo y apreciando trabajos como este.
Aprovechando el contexto me gustaría lanzar una pregunta: ¿nos debemos conformar a trabajar siempre en estas condiciones de precariedad?
armer konrad
Concessió Subvenció Biennal 2024/2025
Hace 1 mes
7 comentarios:
La política cultural de esta ciudad-comunidad ha trabajado a conciencia para arrinconar lo que no le conviene. Así nos encontramos ahora. Los artistas, pero también salas y público deberíamos ser más exigentes en estos aspectos. Debemos exigir y demandar lo que nos merecemos, lo que necesitamos. al fin y al cabo se hace con nuestro dinero,no?
dónde estamos? no nos vemos no decimos, no exigimos, no protestamos, no nos unimos!!!!
mirad la situalicón de Manantiales, pero también las compañías de teatro y danza! donde coño está toda esa gente en situación precaria?!!
estamos muertos si no nos unimos, es que no somos capaces de verlo joder!!!!
enorabuena a esta iniciativa de Reflexiones y Balidos, gracias por permitir expresarnos!
despertémonos de una vez!!!
Carmen
Como este es un blog de público escénico (y más cosas, claro), voy a hacer de púbico seudoestándar: la precariedad está muy mal, y los profesionales debéis luchar contra ella. Yo, como público, no se me ocurre que puedo hacer más allá de fastidiarme o irme a otra sala más calentita o (en el peor de los casos) no ir. No me veo manifestándome en la calle por algo así, a no ser que estuviera articulado en una cosa más amplia, algo así como "no a la cultura del pp", así en general, y en el que uno de los puntos fuera éste, si es que es uno de los más prioritarios.
Supongo que todo esto es sentido común de lo más vulgarote. Borrón#8 fue excelente, pasé un rato cojonudo, me hizo pensar en el metateatro (se dice así?) y en las nuevas tecnologías, y en la mala leche anti-institucional tan graciosa que destilaba todo el espectáculo. La pregunta que a mí me surge es: es la parodia un género tan "sublime" como sus equivalentes más "serios" (espero que entendáis mi vocabulario estético semi-analfabeto)? Yo tiendo a pensar que si... Lo "gracioso", si está bien hecho, me llega mucho. Tanto y en ocasiones más que "el subidón" o "el momento poético", por utilizar la terminología de Borrón8...
Abrazos!
Borron#8 me encantó. sumandome a lo dicho, es una obra didactica, para el público, para los estudiantes de teatro,par los fans de Heidi .. poder ver las tripas del proceso. Pero no solo las burocráticas , sino también esas otras esterotípicas, los "resortes emotivos" de una "pieza", todo eso que constituye un pre-juico de cómo deberían ir las cosas.
Escuche hace poquito a Manuel Delgado que decia (y me vino a la cabeza esto en la discusion post-funcion) "esperamos que el otro sea previsible, cuando eso se desmiente, y ocurre permanetemente,el orden social nospide que llenemos esas lagunas que se dan. el "drama" se esta escribiendo, lo escibimos permentemente" (él decía que no hacia falta un escenario para eso, y esa era la discusión de su ponencia..)
espero que con esta primera reunón y función, comience el "momento subidon de R y B!!
Eugenia
Buenas,
yo vi esta obra en el manufactures que se hizo en diciembre del año pasado.
Para mí fue soprendente, divertida y crítica.
Lo que más me sorprendió en aquella representación fue cuando una persona del público se ofreció voluntario para desnudarse, ponerse un careta y untarse de orchata.
Creo que si alguna de las personas que conceden o inventan las subvenciones viese la obra, se moriría de vergüenza, y con razón.
Siguiendo con esa idea que planteé en el mail y que parece ser que hubiese podido satisfacer si me hubiese quedado el domingo al Post-Borrón 8, lo que me gustaría preguntarles a Los que quedan (que buen nombre para un compañía de teatro ubicada en Valencia, se podría añadir contra viento y marea) no es qué significa la obra, sino, cómo, cómo se os ocurre una obra así, desde qué inquietudes, desde qué lecturas, desde qué influencias, a partir de qué visionados etc.
Vamos con cosas. El tema y la propuesta se nos ocurre cuando nos enfrentamos a la normativa, a veces contraria a los procesos lógicos de la creación escénica, para pedir y justificar el dinero de una ayuda para producir un trabajo. Decidimos jugar con la normativa y no sufrirla como otras veces. Como ya dije el otro día en la charla, estamos interesados en el propio hecho teatral como un lugar donde pueden suceder más cosas que la representación. Ir al teatro tiene que ser algo más que sentarse en una butaca y que unas personas te cuenten una historia. Al menos a mí me apetece que sea algo más. Influencias. Pues el otro día en la Carmen hablaba de Georges Pérec, como un ejemplo donde la literatura acaba siendo algo más que literatura. Nos interesan esas manifestaciones que rebasan los límites y se expanden más allá de lo que son. El otro día Juan Dominguez nos hablaba de IMPRESENTABLE. Pues ese festival es un ejemplo de eso. El propio festival va más allá de lo que solemos pensar que es un festival de artes escénicas.
Y referentes: el propio Juan Dominguez, Ximo Rojo, Aurelio Delgado, Jan Fabre, Marina Pastor, Cuqui Jerez, Manuel Delgado,Lidia Gonzalez, David Espinosa, Amalia Fernandez, Carolina Boluda, Enrique Morente, Paco Zarzoso, Ximo Flores, Eva Zapico, Antorcha Amable, Santiago Ribelles, Marc Martinez, Bob Dylan...........................................................................................................
Visionados. El sabor de las cerezas, Daniel johnston and the devil, Con Faldas y a lo loco, Aterriza como puedas, Matrix, El apartamento, Alien, Déjame entrar, Close Up, La Chica de la fábrica de cerillas, Los espigadores y la espigadora, Nanook el esquimal, Un hombre sin pasado, REC, Fraude, Los santos inocentes, Los lunes al sol, Match Point, En construcción, Blade Runner, El ladrón de bicicletas, El Golpe, Dos hombres y un destino, Psicosis, Capturing the friedmans, La estrategia del caracol, Terciopelo azul, Aquirre o la cólera de dios, monos como Becky, El discreto encanto de la burguesía, Leolo, Spellbound, El desencanto........................................................................................................
Impresionante... Después de leer la retaíla de influencias y visionados que ha enumerado Vicente A. en el mensaje anterior me reafirmo aún más en la idea de que un montaje que a priori parece tan sencillo, en realidad es bastante complejo. Lo que yo vi el otro día fue una propuesta que iba quitándose la ropa, pelando sus capas hasta llegar al corazón mismo, ante el público y con el público, y aquí la función del desnudo (aunque en el encuentro posterior nos explicaron que era un cliché bastante común en la danza) para mi tuvo un sentido muy metafórico. Me gustó que compartieran conmigo los ilógicos entresijos burocráticos a los que se tiene que enfrentar cualquier creador, que lo mostraran, criticaran y de ello hicieran una propuesta. ¿Es esto mirarse el ombligo? Pues que se lo miren y hurguen en él, a mi me encanta. Me gustó sentirme sorprendida en todo momento, reconozco que mi cuerpo estaba en tensión (también por el frío extremo, claro), se retorcía en la butaca, no dejaba lugar al relajamiento... Fue una vivencia intensa y enriquecedora.
Me gustó la forma de conducir y dar forma a la propuesta. Desde la fina ironía de Vicente, que caía como un aguacero sobre todo el discurso de la obra, hasta la sencilla coreografía que bailaron los supuestos bailarines tras unas máscaras que ocultaban su pudor. Y,por supuesto, muy interesante la integración del público en la obra, su papel como sujeto activo en el proceso de creación que tenía lugar allí mismo... Comparto la opinión de Vicente de que "ir al teatro tiene que ser algo más que sentarse en una butaca y que unas personas te cuenten una historia". Aunque, en realidad, en esta ocasión, también nos hayan contado una historia.
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